miércoles, 23 de octubre de 2019

Nadie nada.

Foto: Helen Thomas

Construir desde el desierto,⁣
desde cero,⁣
desde todos los fragmentos.⁣

Abrazar cada partícula rota,⁣
cada pedazo en el suelo,⁣
cada terrón de pasado y del futuro, en el presente.⁣

Beber sorbo a sorbo el amargo,⁣
el agrio,⁣
el sinsabor
y, luego,⁣
llegar al centro del picor dulzor,⁣
de ese sabor que esperabas tanto en la boca,⁣
pero, solo después, (un rato después), de ese cóctel tragicómico de verdades.⁣

Pero cariño, como sea que llegues,⁣
no dejes que 𝘯𝘢𝘥𝘢, nada de todo eso,⁣
(nada de todo ese dolor que te dieron,⁣
nada de todo ese rechazo, desazón, traición e idilio que recibiste),⁣
nada,⁣
absolutamente nada de todo eso,⁣
te diga lo que no sos.⁣

Porque vos⁣
𝐬𝐨𝐬 ⁣
𝐦á𝐬⁣
(mucho más) ⁣
que solo eso.⁣

⁣ ©Angie Pagnotta-Depersia

8 comentarios:

  1. "Nada de todo ese dolor que te dieron..." que nos dieron, desde la cuna. La devoción por el dolor humano... O acaso no es eso la crucificción que dominó nuestra crianza y educación?

    Certeros versos, Angie, una vez más.

    Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El dolor que nos dieron es parte primigenia de lo que somos desde que nacimos, desde que crecimos, desde que vivimos y morimos. La certeza de ese dolor también es algo que dejar a un costado.

      Gracias por tus palabras y por leerme, Carlos. Vale mucho.

      abrazo grande

      Eliminar
  2. Siempre con esos versos a flor de piel.

    Bravo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pitt. Se ve que mis versos brotan tan desde adentro que están a flor de piel. Gracias por leerte y comentar. Siempre bienvenido.
      Abrazo.

      Eliminar
  3. Todos somos, apenas, una colección de fragmentos reconstruidos.

    Saludos,

    J.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabes cuánto coincido, J. Eso mismo somos.
      Abrazo grande y gracias por pasar.

      Eliminar

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...