Tiembla la lengua.
Tiembla el deseo.
Siento vértigo.
Pienso en tus ojos,
los veo acaramelados.
Tus ojos son fuego: seducen.
Dicen que la belleza no tiene tiempo.
Dicen que de tu cuerpo, puedo beber días enteros.
Dicen. Digo.
Algunas veces voy sin recuerdos.
Otras, te busco y me arrepiento.
Pero los dos sabemos devolver,
lo que no queremos encontrar.
Me detengo.
Me sonrío.
Te pienso
Tiembla la lengua.
Tiembla el deseo.
Sucede.
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