jueves, 22 de noviembre de 2012

Hubo, hubieron, no hay más.


Hubieron miles y sólo uno pasó. Hubo un silencio sordo, inquieto. Hubo mentiras, apegos y deseos encontrados. Hubo, también, una dosis innecesaria de caprichos y desatinos. Copas rotas, noches de desvelo y hasta conversaciones sin fin por teléfono.
También hubo celos, enfermos, enfermizos, psicóticos e innecesarios. Hubo, algún beso. 
Hubo, atardeceres que parecían nunca terminar. Hubo parques que se convirtieron en parques sin memoria. Además, hubo un montón de frases hechas, caricias a destiempo y cervezas de más. Hubo violencia. Hubo fracaso. Hubo desencuentro.
Hubieron miles de errores. Sonrisas de más, complacencias fabricadas y negación. También, hubo misterio y nunca entendí bien qué tanto temías aceptar. 
Hubieron miles, y sólo pasaste vos. Y aunque vos sólo pasaste, por mí sólo sentí el amor de otros. Y no me puedo arrepentir de haber vivido lo que sucedió: yo también soy parte. Y acepto que tal vez, el camino no fue el mejor pero fue el necesario para llegar hasta donde estoy.
Lo que se de vos ahora no me conforma, no me completa, no me suma y no me interesa. Pero, en el fondo, también acepto y comprendo que algo de todo lo que eras, terminó. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Corazón blindado

 Tu corazón está blindado (como estuvo siempre) simpatizo, sin embargo,  con la idea de —algún día— quebrar la protección absurda de tus can...