viernes, 16 de octubre de 2009

Sensualidad privada


Nada más sensual que la mente, pensaba mientras leía unos textos.
El deseo-casi compulsivo- de querer meternos en ese pensamiento maestro, contagia aún más mis ganas de escribir.
Siento que debo llegar: que quiero alcanzar ese mundo de colores que invento al sentarme a redactar-sea lo que sea-un cuento, un ensayo, un relato, una nota para tea.
Hay un vuelo intenso dentro del vuelco de mis ojos al leer, hay una simbiosis necesaria entre los libros y mis manos. Entre mis ojos y mis pensamientos.
Aquel deseo que surge de querer gritarle al mundo mi verdad.
Del orgasmo, del mejor orgasmo.
Hay algo sublime que se esconde con las hojas, con lo que dice esa mente que no dice nada.
Con aquello que se transforma en el aire y huele a hombre.
Quizás el destello se despierte y logre cruzar ese límite pecaminoso.

2 comentarios:

  1. Este texto desnuda una gran verdad pero ademas habla de tu mente que es tambien muy sensual y a todos los que leemos nos pasa estoy en un punto con vos, con otros, con uno mismo.
    saludos, Pablo

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  2. Me alegra leerte, cada tanto, cada día un poco mas. Saludos, Andrea

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