Yo no decía
que las hojas y los pájaros se parecían.
a vos.
No decía que las sombras
se hacen más pequeñas
si las miro
a través de vos.
Yo no decía
que las lombrices me comen entera
ni que las lagartijas
preguntan en verano
por vos.
No decía que había tormentas
que se hacían y se decían
sin tu nombre
en el balcón
hasta llegar
a vos.
Yo
lo único que quería
era un silencio
huérfano
o inmóvil.
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ResponderEliminarGracias, Juan. En serio. El título no me gustó para nada a mí. Soy mala titulando (incluso en periodismo). Gracias por pasar, un honor. Beso.
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