jueves, 24 de enero de 2013

Algo del amor

El amor viene de golpe y despacio, aunque todo junto. Casi como esa brisa repentina que sentimos cuando nos acercamos al mar, o como esa pequeña respiración que da el otoño cuando llega. Muchas veces, nos hace respirar más calmados y otras nos condena a derramar lágrimas que -en ese momento- parecen eternas. Luego, todo pasa. Todo. Y en esa experiencia de vivir, sentir y amar, todos elegimos nuevos caminos. Caminos que tal vez, terminen con el cuerpo anterior o renueven las esperanzas que día a día, nos sostienen.



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